Hoy se celebraría el cumpleaños de Marilyn Monroe. Yo celebro el mío. Ella 96 años. Yo algunos menos..


Se hace necesario decir basta a este afán por querer seguir siendo jóvenes para siempre; los años que no solo hemos cumplido, sino que hemos vivido, disfrutado, compartido, amado, llorado y, por supuesto, crecido.
Porque de eso se trata, cada momento vivido son experiencias y aprendizajes que vamos acumulando en nuestro equipaje y que nos permiten conocernos un poco mejor y el mundo que nos rodea, por eso, si te has molestado en aprender y madurar, cada día que pasa te sientes un poco mejor, o ¿no?
Me gusta cada cumpleaños porque significa que estoy aquí, que estoy viva y que mi camino continúa. Que aún me quedan muchas puertas por abrir, muchos viajes que hacer, muchas personas que conocer, muchos libros que leer, muchas aventuras que vivir y, cómo no, muchos errores que cometer.
Con los años he aprendido a disfrutar de mi soledad. Mis relaciones han mejorado porque necesito y exijo menos e intento establecer vínculos de igual a igual, desde mi propia independencia e individualidad.
Empiezo a descubrirme, a intuir qué es lo que realmente me hace feliz y así todo es más sencillo porque me comporto de acuerdo con ello y no según las modas o lo que dicte el grupo. Trato de dirigir y aprovechar mejor mi energía para conseguir aquello que me propongo con cada vez menos miedo y contradicciones que obstaculicen mi camino.
Con los años he admitido que no soy perfecta, que estoy en evolución y que me quedan muchas cosas por aprender, eso me ha hecho también ser más tolerante y comprensiva con los demás.
Controlo mejor mis emociones y soy menos esclava de mis pasiones, con lo que pierdo muchísimo menos el tiempo y energía en situaciones en las que me siento incómoda y con personas que no me hacen feliz y que es mejor dejar marchar..
“La felicidad no es mi destino, es la actitud con la que viajo por la vida”
Desde un abrazo hasta cualquier regalo material, no me avergüenzo de decir que me gusta que me regalen algo por mi cumpleaños. Cualquier muestra de afecto, venga en el formato que sea, es maravillosa, me la merezco y la agradezco con todo mi corazón.
Como has podido ver, los cumpleaños son un motivo de felicidad, no de terror. La sociedad nos inculca que debemos temer al paso de los años, que las arrugas son terribles y se deben evitar. Pero, ¿sabes qué? La vida es lo más bello que tenemos, así que dejemos de preocuparnos por detener el tiempo y empecemos a saborearlo a cada instante sin preocuparnos por lo que, de forma inevitable, va a suceder.
Parte de un artículo leído en La Mente maravillosa
Interesante, gracias por el post
Me gustaMe gusta