«El corazón de las personas es como un pozo muy profundo. Nadie sabe lo que hay en el fondo. Sólo podemos imaginarlo mirando la forma de las cosas que de vez en cuándo suben a la superficie». Haruki Murakami
Sines, Portugal. Mayo 2022
Dakota Staton. I wonder Me pregunto dónde estás, ¿estás cerca, estás lejos? ¿Estás mirando a la misma vieja luna que yo?
Las emociones son la partitura que orquesta nuestro día a día. En ocasiones, la música es alegre, vivaz e intensa, pero al cabo de un rato nos envuelve con su melodía, triste y llena de desencanto. Son sus notas quienes nos nutren, quienes nos ofrecen la energía necesaria para transformar nuestra realidad…
Hay un viejo proverbio árabe que nos dice: “quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una explicación”. Una frase llena de una gran sabiduría, porque de ella se desprende la naturaleza de las emociones como lenguaje universal.
Tus emociones pueden ser tu gran fortaleza o el cristal que empañe de tinieblas tu existencia. Si aprendes a conocerlas y a gestionarlas, serás un gran artífice de tu realidad: de tu felicidad.
Ver las emociones de otro modo: como un arma de poder, como una energíaque puedes conocer y controlar para redefinir muchos aspectos de ti mismo y de la propia realidad.
Según un trabajo publicado por la psicóloga social Barbara Fredrickson en “Review of General Psychology” (2008), las emociones positivas, además de darnos una satisfacción puntual, actúan como mecanismos de aprendizaje. Es decir, hablaríamos de la siguiente relación: a mayor emocionalidad satisfactoria acumulada, mejores recursos personales para afrontar las épocas de crisis.
Como seres humanos que somos, todos deseamos ser felices. Para ello, es necesario recordar que en ocasiones, basta con tener paz interna, con estar libre de rencores del pasado, odios o frustraciones. Una mente libre es un corazón que puede permitirse sonreír…
Si las emociones son capaces de transformar nuestra realidad no es por simple arte de magia. Algo que debemos tener en cuenta es que la emoción no es solo un estado interno, es una combinación de varios elementos poderosos:
Las cogniciones, es decir, el modo en que procesamos todo lo que nos envuelve, lo que que vemos, sentimos y experimentamos. Todo adquiere un significado interno para nosotros.
Nuestros sentimientos y el modo en que reaccionamos. Para comprenderlo, te pondremos un sencillo ejemplo: estás enamorado de alguien y no te atreves a decírselo. Al final es tarde y esa persona desaparece de tu vida, perdiendo la oportunidad, al menos, de haberlo intentado.
La emoción que sentirás es tristeza porque no supiste reaccionar a tiempo cuando ese sentimiento era positivo e intenso. No se dio la acción adecuada y tu realidad ahora queda difuminada por un condicional que ya no podrás resolver: “y si hubiera…”.