Ayer hubiera cumplido 95 años… «Una mujer nunca debe olvidar, que ella no necesita a nadie que no la necesite a ella» ️(Marilyn Monroe)
A… Su buen sol la mayor parte del tiempo
Y la sensación es de tranquilidad
Las palmeras crecen y las rentas son bajas
Pero sabes que sigo pensando en
preparar mi camino de regreso
Bueno, nací y crecí en la ciudad de ..
Pero hoy en día estoy perdido entre dos orillas
M. está bien, pero no es mi casa
A está bien pero ya no es mía
Yo soy, dije
A nadie allí
Y nadie escucho en absoluto
Ni siquiera la silla
Yo soy, lloré
Yo soy, dije yo
Y estoy perdido, y ni siquiera puedo decir por qué
Dejándome solo todavía
¿Alguna vez leíste acerca de una rana que soñaba con ser rey?
Y luego se convirtió en uno
Bueno, excepto por los nombres y algunos otros cambios
Si hablas de mi, la historia es la misma
Pero tengo un vacío en el fondo
Y lo he intentado pero no me deja ir
Y no soy un hombre al que le guste jurar
Pero nunca me ha importado el sonido de estar solo
Yo soy, dije
A nadie allí
Y nadie escucho en absoluto
Ni siquiera la silla
Yo soy, lloré
Yo soy, dije yo
Y estoy perdido, y ni siquiera puedo decir por qué
Yo soy, dije
Yo soy, lloré
estoy

El Libro de Los Abrazos. Eduardo Galeano.
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fuegüitos.
– El mundo es eso -reveló-. Un montón de gente, un mar de fuegüitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.