«No juego según las reglas del juego»

Paris Mayo 2018 Atelier des Lumières 
I don’t know my name – Grace Vanderwaal 
No sé cuál es mi nombre
No juego según las reglas del juego
Así que dices que sólo estoy intentando
Sólo intentando
.

“La forma sin contenido no es una mano sino un guante vacío, lleno de aire.”
Wassily Kandinsky.

Arte abstracto

En azul (1925). Kandinsky

En arte se habla de “figuración” cuando se representan personas y objetos reales y reconocibles. Lo abstracto es lo que se aleja de la figuración. El extremo de la abstracción, o sea la abstracción total, completa, pura, es cuando encontramos formas y colores sin reconocer figuras u objetos del mundo real.

Desde el Renacimiento hasta fines del siglo XIX, el arte occidental se somete a la lógica de la perspectiva y a un intento de imitar lo más posible a la naturaleza. Con el avance de la fotografía, esta necesidad para muchos ya no tiene sentido. Entonces se empieza a simplificar la representación en función de volverla más expresiva, y así la abstracción inicia su camino.

Ya desde la segunda mitad del siglo XIX, el arte de culturas distintas a la europea se vuelve accesible y muestra a los artistas novedosas formas de describir experiencias visuales. Esto también resulta crucial para la abstracción (recordemos, por ejemplo, que en el primer cuadro del cubismo, Las señoritas de Avignon, Picasso es influenciado además de por Cézane por la abstracción en el arte de las máscaras africanas).

El arte abstracto usa un lenguaje visual de forma, color y línea (elementos esenciales, puros) para crear una composición que puede existir con independencia de referencias visuales del mundo real. Es más: la obra abstracta entendida de forma estricta (la más extrema, por supuesto) no puede hacer referencia a algo exterior a la obra en sí misma.

El grado de abstracción de una obra puede ser sólo ligera, parcial o completa. A veces reconocemos un objeto, que ha sido simplificado a su forma esencial, y otras veces nos enfrentamos a una abstracción “pura” como la del cuadro que elegimos.

Artistas representativos: Kandinsky, Delaunay, Marc, Mondrian, Malévich, Klee.

Composición 10 (1939).

Con Kandinsky (además de Robert Delaunay y Franz Marc) comienza la abstracción pura (se los toma a ellos como referentes, no fueron los únicos y se han ido descubriendo obras abstractas anteriores a ellos),.

A la abstracción pura la podríamos definir sencillamente como “la pintura que no muestra objetos reconocibles”.

Las imágenes que nos muestran la cosmovisión (la manera propia de ver el mundo) de Kandinsky son abstractas, pero esa abstracción no constituye una meta en sí misma.

Su lenguaje no resulta un lenguaje muerto que no comunica nada más allá de una composición estética. Por el contrario: el lenguaje de Kandinsky transmite vida, el nacimiento de lo nuevo y hermoso a partir del caos del universo.

Wassily Kandinsky es muy cuidadoso a la hora de teorizar o defender un estilo que se impondrá con fuerza para siempre, una nueva concepción de la pintura: si bien propone el hacer a un lado la figuración, a la vez advierte que es un peligro independizar forma y color del contenido.

Por eso aclara: “el color puro y la forma libre, sin contenido, darían como resultado obras tan sólo ornamentales, similares a una corbata o una alfombra”.

La Primera acuarela abstracta. Kandinsky.

Primera acuarela abstracta 

Kandinsky, como él mismo relata, se da cuenta de que la obra puede prescindir del objeto (o sea, puede ser abstracta: donde no hay ninguna forma que represente a un objeto real) debido a una confusión: viendo una exposición en Moscú se encuentra con un cuadro de Monet, uno de la serie de los almiares (pilas de heno) y queda fascinado por esta novedad, la ausencia del objeto, hasta que lee en el catálogo que se trata de un almiar, o sea que no es abstracto. Sin embargo, es una experiencia tan decisiva para él que alguna vez propondrá que se llame a aquel cuadro impresionista “el primer cuadro abstracto”.

Más tarde, cuando la abstracción está en auge, y aparentemente para zanjar la controversia sobre quién es el primer pintor abstracto, él llama a este cuadro (al que los especialistas ubican por 1913)  Primera acuarela abstracta y dice que lo pintó en 1910 (y lo firma con esa fecha).

Como nota de color, mucho más tarde se descubrirá que, de todos los “padres de la abstracción” (donde además de Kandinsky están Marc, Delaunay, Mondrian y otros), parece que el primero no fue un padre sino una madre: Hilma af Klint.

Pero bueno, no es tan crucial dilucidar esa cuestión de reivindicaciones, sino comprender la importancia de la abstracción en su momento histórico, cuando el artista definitivamente está dejando de representar el mundo que lo rodea, para “expresar” en cambio su mundo interior.

Kandinsky sostiene en sus escritos teóricos que el arte debe ser una experiencia espiritual, y la abstracción total (las formas y colores que no representan ningún objeto en particular) tienen una cualidad expresiva propia y a la vez muy poderosa para transmitir esa experiencia. Tal es así que relaciona esas formas y colores con las notas musicales.

El artista ya no necesita contar cómo se siente o cómo ve el mundo “transformando” o “desfigurando” ese mundo a partir de sus emociones, sino que con colores, manchas y formas, pinta esas emociones “directamente”.

Hilma af Klint (1862-1944).

Serie VII. Nº 7d (1920)

Hilma af Klint (1862-1944).

En el siglo XX, el artista no sólo deja de representar “la naturaleza” (el mundo exterior a él) para expresar su mundo interior, su visión personal, sino que incluso llega al punto de “prescindir del objeto” (que haya objetos reconocibles en su arte). El artista empieza a expresarse con la abstracción: colores, manchas, figuras geométricas.

Muchos se han atribuido el mérito de ser iniciadores de la abstracción. Es difícil determinarlo y también es relativo el mérito. Los padres de la abstracción son muchos, aunque consideramos que Kandinsky es quien se dio cuenta racionalmente del valioso potencial de la abstracción, y además fue el gran teorizador sobre el tema.

Sin embargo, hubo un secreto bien escondido que salió a la luz muchas décadas después.

Hilma af Klint (sí, con “n”) es una pintora sueca desconocida en el gran mundo del arte, que ya pinta abstracciones varios años antes incluso que Kandinsky (el cuadro que elegimos es de 1920, pero han quedado abstracciones de ella al menos desde 1906).

Hacia afuera, pinta y vende paisajes y estudios anatómicos para un instituto veterinario. Pero interesada en el espiritismo y las disciplinas que permiten conectar con el más allá o tener “revelaciones”, en secreto intenta representar el cosmos, el orden universal, con figuras, líneas y colores (lo que nos hace recordar a Mondrian y sus representaciones geométricas en busca de la armonía del universo).

También se cuenta que ella llega a confesar que su obra le es dictada por “seres superiores”, extraterrestres.

Hilma será “desconocida” hasta 1986. Su obra es un secreto que permanecerá oculto debido a una curiosa razón: sin haber expuesto nunca las abstracciones, deja claras instrucciones que no podrán exponerse hasta 20 años después de su muerte. Está convencida de que el mundo no se encuentra preparado para comprenderlas.

Hilma fallece en 1944, pero el secreto se mantendrá mucho más que 20 años ¿El motivo?: quienes heredan su legado no imaginan que éste tenga “alguna importancia”.
Entonces nos volvemos a acordar de aquella frase que dice que “cuando nace un genio, se lo reconoce porque todos los necios se conjuran contra él”.

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