«Por El Mar De Los Sueños»

El error es mirar lo de ayer con ojos de hoy, querer que las cosas vuelvan a ser igual
cuando tú ya no eres el mismo, como si se pudieran reciclar los suspiros
o dar un mismo beso por segunda vez. Los mudos no gritan, los sordos no ven la música,
con las cinco letras que se escribe tarde, no puedes escribir ahora,
el amor que fue, ese ya nunca vuelve.
Marwan

Murcia16/02/2021
Por el Mar de los Sueños. Carlos Cano

Uno siempre responde con su vida entera a las preguntas más importantes. No importa lo que diga, no importa con qué palabras y con qué argumentos trate de defenderse. Al final, al final de todo, uno responde a todas las preguntas con los hechos de su vida: a las preguntas que el mundo le ha hecho una y otra vez. Las preguntas son éstas: ¿Quién eres?… ¿Qué has querido de verdad?… ¿Qué has sabido de verdad?… ¿A qué has sido fiel o infiel?… ¿Con qué y con quién te has comportado con valentía o con cobardía?… Éstas son las preguntas. Uno responde como puede, diciendo la verdad o mintiendo: eso no importa. Lo que sí importa es que uno al final responde con su vida entera.

SÁNDOR MÁRAI, El último encuentro

La teoría del color según Goethe

 Johann Wolfgang Von Goethe fue el primero en explorar el impacto psicológico de los diferentes colores en el estado de ánimo. “Un único color excita, mediante una sensación específica, la tendencia a la universalidad. En esto reside la ley fundamental de toda armonía de los colores…”.-Goethe-

Goethe publicó su libro La teoría del color (Zur Farbenlehre) en 1808, el mismo año que Fausto. Era un tratado sobre la filosofía de la naturaleza y también sobre la psicología de los colores. Según él, las personas experimentamos el mundo a partir de unas reacciones primitivas de las que no siempre somos conscientes. El color es una entidad con lenguaje propio que tiene el poder de modificar nuestra percepción y también el ánimo. Así, y aunque estas ideas fueron rechazadas por una gran parte de la comunidad científica, sí que despertaron el interés de figuras tan relevantes como Arthur Schopenhauer o Ludwig Wittgenstein.

Hay color en la oscuridad: Goethe vs Newton

En 1704, Isaak Newton publicó su ya célebre trabajo Opticks, en la que asumía una serie de principios básicos: La luz blanca se puede descomponer en siete colores. Los ojos reaccionan a las ondas electromagnéticas de la luz, lo que nos permite percibir distintos tonos en función de la longitud de la onda.

Un siglo después de Opticks, un poeta y filósofo naturalista ponía una serie de objeciones a esta idea. Mientras Newton vio la luz blanca compuesta de distintos colores, Goethe distinguió los colores como resultado de la interacción entre la luz y la oscuridad. Así, en su libro Teoría del color explica que el color en sí mismo es un grado de la oscuridad.

Esta afirmación, descabellada para unos e inspiradora para otros, revolucionó el mundo de la metafísica y también del arte. De pronto, y gracias Goethe, la oscuridad se transformó en algo vibrante. Esa tonalidad, según él, siempre está presente en nuestras vidas, en nuestra realidad. El hecho de que los colores existan independientemente de si hubiera luz o no luz fue una idea revolucionaria.

La teoría del color según Goethe exploró por primera vez el modo en que nos afectan los diferentes espectros de “luz-oscuridad”.

El color amarillo, la pureza Para Johan Wolfang Von Goethe, el color amarillo es el que estaba más cerca de la luz. Es una tonalidad que imprime vitalidad y nobleza, nos confiere una sensación de pureza y nos recuerda a la propia naturaleza.

El azul, la melancolía. En la teoría del color según Goethe, el color azul nos atrae, inoculando a su vez un cierto sentimiento de melancolía. Esto sucede porque esta tonalidad está en contacto con la oscuridad. A pesar de ello, nos da una sensación de poder y nos estimula a la vez. Es quizá el color más atractivo porque imprime curiosas contradicciones: energía y calma, tristeza y armonía…

El rojo, la gracia y el atractivo. es el color más desafiante de la naturaleza. Transmite atracción, gracia y distinción. No obstante, si nos vemos expuestos durante demasiado tiempo a él, nos abruma un sentimiento de gravedad y de saturación, por eso siempre es mejor que aparezca de manera puntual.

El verde: En la teoría del color según Goethe, el color verde es el preferido del ojo humano. Nos sentimos agradecidos cuando estamos envueltos de su presencia porque alivia y equilibra. La mente descansa en su presencia y nos invita a reflexionar sobre los aspectos más amables de la vida.

El violeta, el color del misticismo simbolizaba lo mismo que representa para nosotros más de 200 años después. También para las grandes marcas y los expertos en neuromárketing un modo de evocar la madurez, el misticismo, la melancolía y la magia. Un hecho sin duda llamativo que no dejamos de reconocerle al autor de Las penas del joven Werther o Fausto.

Parte de un artículo de Valeria Sabater

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