Con Los Ojos Abiertos

«Si eres una mujer fuerte prepárate para la batalla: aprende a estar sola, a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo, a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta, a nadar contra corriente.

Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto. Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo, rodéalo de fosos profundos, pero hazle anchas puertas y ventanas. Es menester que cultives enormes amistades, que quienes te rodean y quieran, sepan lo que eres, que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.

Si eres una mujer fuerte protégete con palabras y árboles e invoca la memoria de mujeres antiguas. Haz de saber que eres un campo magnético hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbrados y el óxido mortal de todos los naufragios. Ampara, pero ampárate primero. Guarda las distancias. Constrúyete. Cuídate. Atesora tu poder. Defiéndelo. Hazlo por ti. Te lo pido en nombre de todas nosotras». Gioconda Belli

Les yeux ouverts – Enzo Enzo 
Mural
La etapa pre-action painting.Jacckson Pollock1943
Universidad de IOWA .Estados Unidos

Acrílico oleo (605 x 247 )
Regalo de Peggy Guggenheim a la Universidad.

El artista moderno trabaja con el espacio y el tiempo, y expresa sus sentimientos en lugar de ilustrar.  Jackson Pollock

En la escena neoyorkina de los tempranos años 40, la figura de Peggy Guggenheim fue determinante para la visibilidad de las producciones vanguardistas del momento. Por recomendación de los ya consolidados Duchamp y Mondrian, ésta dará comienzo al mecenazgo determinante que impulsará la carrera artística de Jackson Pollock (1912– 1956).

Las dimensiones del lienzo que nos ocupa se deben a las características del primer lugar de exposición para el que se concibe: el muro de entrada de la casa de Peggy, quien realiza este encargo al joven artista y concreta los detalles para su realización. Consciente de la importancia que ello suponía, Pollock pondrá en este trabajo una carga de energía considerablemente elevada, tanto en el acto mismo de ejecución como en las reflexiones compositivas de la obra.

Se cree con certeza que, en la fecha señalada, Pollock ya conocía la fotografía de acción de finales del siglo XIX y principios del XX, por lo que esta técnica influye de manera evidente en Mural (1943). Además, conviene señalar que aún no había desarrollado el estilo de action painting que posteriormente le encumbraría como gran representante del expresionismo abstracto estadounidense.

Estudios recientes han determinado que la paleta de colores empleada para este cuadro oscila entre veinticinco y veintiséis tonos diferentes, aplicados en capas superpuestas de pintura con una pincelada ágil y volátil que cubre casi la totalidad del lienzo. Todo ello, se alterna con pequeños espacios vacíos de material pictórico donde la tela desnuda conforma las zonas de reposo.

Las formas trazadas parecen enlazarse entre sí de manera repetitiva e inquietante en un recorrido secuencial de la escena. El conjunto funciona como una abstracción del movimiento mismo, generada a través de la energía que canaliza el artista sobre la obra. Miguel Vega Manrique

El expresionismo abstracto fue ese movimiento pictórico dentro de la abstracción posterior a la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto. Tras estos terribles acontecimientos siguió un periodo de lógica incertidumbre y de cuestionamiento de la moral humana.

Esto da como resultado la proliferación de obras de arte que incluían formas de creación desgarradas en las que quedaba a un lado el goce estético tal y como se entendía hasta entonces. Un desencanto por lo colectivo dio como resultado obras muy personales.

Se considera el primer movimiento genuinamente estadounidense y se dice por ello que incluso fue directamente financiado por la CIA en el contexto de la Guerra Fría. Estados Unidos (Nueva York en realidad) había sustituido a París como capital artística y los expresionistas abstractos cogieron el testigo de la vanguardia. El país, líder ahora del mundo libre, necesitaba un arte propio que liderara el arte occidental. Y qué mejor que un arte individual cuya principal característica es la libertad.

Estaban fascinados por la soledad y el proceso. Individualistas, decidieron mostrar el carácter expresivo del arte, investigando, en búsquedas personales más que colectivas. El artista desalentado por su contexto político y social se refugia ahora en su interior y abandona toda referencia externa. Se valora por tanto el gesto, una especie de huella dactilar del artista, porque es algo único de cada uno.

Se potencia también la materialidad del cuadro y convierten el proceso artístico casi en un rito religioso, siendo la pintura la prueba documental del mismo. La improvisación formaba parte de este trance casi místico, en el que el artista entraba en contacto directo con sí mismo. Este automatismo podría derivar del surrealismo que aún estaba vivo en esos años.

Miguel Calvo Santos

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