
Será que uno a cierta edad se vuelve más selectivo para todo o ya más cansado y con todo lo vivido, elije lo que le queda más cómodo y lo que le da más paz… Será que a una cierta edad los amigos son tal vez menos pero más sinceros, nos quedamos con los que nos hacen bien, los que nos ayudan a crecer y se dejan ayudar al mismo tiempo… Será que los años nos ponen en el camino compañeros de vida que nos enseñan tantas cosas buenas como menos buenas…. Será que a cierta edad se empieza a respirar con más calma y al que agrede lo echamos, al que miente con maldad lo ignoramos, al resentido lo alejamos y buscamos abrazarnos a aquellos que como nosotros buscan recorrer el resto del camino en equilibrio emocional, sorteando las batallas y los éxitos que la vida nos depara y aunque el trabajo sigue siendo el sustento, ya empezamos a soñar con otras cosas que llenen nuestro tiempo… Será que descubrimos a nuestros padres a veces muy tarde y entendemos que no eran superhéroes sino almas hermosas que dieron lo mejor que ellos pudieron con aciertos y desaciertos… Será que el amor se transforma, las miradas confiesan lo que sienten, no mienten, quedan pocas peleas tontas, y desencuentros que duelan, más bien la vida misma con las risas y las penas en buena compañía, y la soledad también se disfruta, no es necesario tanto ruido ni griterío, el sillón, una manta, alcanzan para cerrar los ojos y hundirnos en algún sueño o algún bonito recuerdo… Será que la vida va pasando y las piezas se siguen acomodando, pero sin tanto apuro pensamos en como moverlas y como vivir … Será que la vida nos hizo más sabios si supimos aprovechar cada fracaso, cada dolor, cada desencanto para volvernos más fuertes, más sensibles, menos perfectos, más humildes, menos ambiciosos y más Humanos…Será…
Extraido de un texto de Mechi Mastandrea