«La realidad no es exactamente lo que prometía la canción, pero la canción no es mala.»

Las nubes se habían acumulado en el oeste dividiendo el sol en rayos que se extendían en varias direcciones. Robert miró por la ventana que estaba encima del fregadero y dijo: La luz de Dios. A las fábricas de calendarios les encanta. Y a las revistas religiosas. Tu trabajo parece interesante – dijo Francesca. Sentía la necesidad de mantener la conversación en un terreno neutro.Lo es. Me gusta muchísimo. «Me gusta el camino y me gusta hacer fotos«. Ella advirtió que decía “hacer” fotos. ¿Tú “haces” fotos, no las “sacas”? Así es. Al menos así es como me gusta pensarlo. Cuando haya terminado con el puente que vimos hoy, no tendrá el aspecto que tú piensas. Lo habré convertido en algo mío, por la elección de la lente, o el ángulo de la cámara, o la composición general, o probablemente por la combinación de todo eso. Yo no me limito a tomar las cosas como se presentan; trato de convertirlas en algo que refleje mi conciencia personal, mi espíritu. Trato de encontrar la poesía en la imagen. estar al aire libre. La realidad no es exactamente lo que prometía la canción, pero la canción no es mala. La opinión de Robert Kincaid sobre la fotografía no es un caso aislado. Sus palabras no surgen de la nada, sino de la pluma de Robert James Waller (1939-2017), el autor de ‘Los Puentes de Madison‘.