
Qué crees ? Julien Clerc De alguna manera todo está bien sin ti Qué crees Excepto algunas veces por la noche. Excepto unas pocas veces que me olvido Que te busco gentilmente a pesar mío Qué crees Y de alguna manera todo está bien sin ti No me queda nada, nada de ti Qué crees Excepto tu ausencia en todas partes En el aire donde todo queda en mi piel Y el silencio que nos recuerda Nada viene Nada que no sea nada Y es todo eso de ti lo que me mantiene caliente No pasa nada Nada… De alguna manera todo está bien sin ti Qué crees Excepto a veces en verano Cuando cae la noche sabes verano Entonces no queda nada para olvidar Tant bien que mal tout va très bien sans toi Qu'est ce que tu crois Sauf quelques fois la nuit Sauf quelques fois encore j'oublie Que je te cherche doucement malgré moi Qu'est ce que tu crois Et tant bien que mal tout va très bien sans toi Il ne me reste rien, plus rien de toi Qu'est ce que tu crois Sauf ton absence partout Dans l'air où tout reste sur ma pea Et le silence qui se souvient de nous Rien ne vient Rien qui ne soit rien Et c'est tout ce rien de toi qui me tient chaud Rien ne passe Rien ne…Tant bien que mal tout va très bien sans toi Qu'est ce que tu crois Sauf quelques fois l'été Quand le soir tombe tu sais l'été Alors plus rien ne se laisse oublier
Una de las grandes paradojas del ser humano es que buena parte de su sabiduría no reside en la conciencia, sino en el inconsciente. A todos ese cúmulo de conocimientos generalmente lo llamamos intuición. Es un saber que está oculto, pero que está dentro de nosotros. Tanto es así que la ciencia ha comprobado que el inconsciente detecta las mentiras.
Aunque cada uno de nosotros no lo notemos a nivel consciente, contamos con una especie de detector de mentiras interno. Este es capaz de identificar las señales que envía el comportamiento de las personas que mienten. Así, sabemos, sin saberlo, que intentan engañarnos.
“Si dices la verdad, no tienes que recordar nada”.
-Mark Twain-
Ahora bien, ¿por qué a veces permitimos que nos engañen? Aunque el inconsciente detecta las mentiras, no siempre le prestamos atención a esos impulsos intuitivos que nos lo revelan. Y por extraño que parezca, también en otras ocasiones deseamos caer en el engaño.
Supongamos que alguien se propone decir la mentira perfecta. Para lograrlo, primero tiene que elaborar una narrativa minuciosamente estructurada. Cada pieza de la mentira tiene que encajar perfectamente y, en conjunto, debe ser creíble. Así mismo, tiene que coordinar esa versión con lo que diga después al respecto. El esfuerzo es monumental.
Aún si logra construir toda una historia, perfectamente coherente, esto no basta. También debería tener un perfecto dominio de su lenguaje corporal. No puede titubear, ni mostrar señales de que está ocultando algo. Su mirada debe permanecer firme, su pupila quieta, sus manos en una posición relajada.
Mentir a la perfección es una hazaña sobrehumana. Quizás haya una o dos personas en el planeta que puedan lograrlo, pero para el común de los mortales constituye una misión imposible
La Association for Psychological Science publicó una investigación en la cual se comprueba que el inconsciente detecta las mentiras. Los resultados del estudio aparecieron en la prestigiosa revista Psychological Science y no dejan lugar a dudas. Lo primero que afirmaron los investigadores es que la mayoría de la gente es muy mala identificando los engaños conscientemente. Hasta el 54% no se dan cuenta de que les mienten.
No obstante, los investigadores sospechaban que el inconsciente detectaba las mentiras, aun cuando conscientemente la persona no se diera cuenta de ello, o no tomara en cuenta lo que le decían esas zonas profundas de su mente. Para probar esto recurrieron a un grupo de 72 voluntarios. A ellos se les presentó un video en el cual aparecían personas que habían robado 100 dólares, junto con otros que no lo habían hecho.
Cada cual daba explicaciones al respecto y los participantes debían decidir si eran culpable del robo o no. Solo el 43% de los consultados acertó. Sin embargo, los investigadores fueron más allá. Midieron sus respuestas inconscientes frente a cada una de las personas del video. Así pudieron comprobar que la gran mayoría sí era capaz de asociar a los culpables con palabras como “deshonestidad” y viceversa.
Hasta el momento no se ha podido establecer con exactitud por qué hay un contraste tan fuerte entre lo consciente y lo inconsciente, en términos de capacidad para captar engaños. Aparentemente todo tiene que ver con el hecho de que tendemos a darle mayor credibilidad a los contenidos intelectuales, que a los intuitivos. Escuchamos la voz de la razón, pero somos sordos a esos rumores de lo instintivo.
Así mismo, se sabe que hay situaciones en los que la misma víctima de un engaño, quiere participar de este. El caso más típico se da en algunos episodios de infidelidad. Los engañados suelen decir que fueron “los últimos en enterarse”. Cuando se examinan con detenimiento este tipo de situaciones, se descubre que había indicios a los que la víctima no había querido prestar atención. En esos casos, el inconsciente detecta las mentiras, pero la conciencia se niega a admitir las evidencias para eludir una experiencia dolorosa.
Todo esto nos lleva a pensar que quizás sea buena idea atender a los mensajes de nuestra intuición. Dejar de pensar que solo en nuestra razón residen las fuentes de verdad. No somos solo razón, o corazón, sino también intuición. Y allí habita un importante caudal de sabiduría
Artículo de Edith Sánchez