Después de todo, no estamos tan viejos como para dejar de soñar.
Ni tan jóvenes como para besar cualquier sapo.
Estamos en esa edad donde uno sabe lo que quiere,
lo que no quiere y con quién quiere complicarse la vida”.
Texto: Lucas Hugo Guerra.
Después de todo, no estamos tan viejos como para dejar de soñar.
Ni tan jóvenes como para besar cualquier sapo.
Estamos en esa edad donde uno sabe lo que quiere,
lo que no quiere y con quién quiere complicarse la vida”.
Texto: Lucas Hugo Guerra.