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Esta Sexta Sinfonía es una obra de arte. Cada vez que la escuchamos descubrimos cosas nuevas en ella. De forma tradicional, se considera la sinfonía de la “batalla perdida” o del “No”, dado el pesimismo que la inunda, llena de ideas de desesperación y de una existencia que no gusta. El compositor la etiquetó por estos motivos como “su Trágica”.
Aunque hablaremos con detalle de la música contenida de esta obra magna, a modo de pincelada general diremos que es una partitura que refleja muy bien la personalidad de su creador. Mahler maneja sus ideas musicales de una forma original y al mismo tiempo hace un claro guiño a músicos como Beethoven en los amplios y expresivos desarrollos, como Brucker en la manera de alargar la melodía hasta dejarnos exhaustos o como Schubert o el propio Bach, del que conocía perfectamente El arte de la fuga.
La imaginación es una de las virtudes de Mahler en el sentido más amplio de la palabra y esto tiene ecos en la Sinfonía Trágica. De este modo, la energía del tercer movimiento (Scherzo) recuerda la ilusión y vitalidad de los niños cuando juguetean entre ellos. Otro buen ejemplo sería la incorporación de ritmos de marcha que impulsan el primer movimiento de la Sexta y que es una constante en el corpus mahleriano desde la primera a la séptima sinfonías.
Para terminar esta primera aproximación, me gustaría insistir en la imaginación sonora de este compositor al emplear y combinar los instrumentos de la orquesta. Mahler en alemán significa pintor y el maestro hace gala de su apellido al mezclar los sonidos de su paleta de una manera tan increíble que su música se hace reconocible para la eternidad, cumpliendo con su deseo y su predicción en vida
Sexta Sinfonía de Mahler es la más tradicional de todas por su estructura en cuatromovimientos, la omnipresencia de la forma sonata y el manejo de la tonalidad por parte del compositor. A diferencia de la Quinta, que parte de una atmósfera de negatividad para finalmente sacarnos victoriosamente a la luz, esta sinfonía trágica se inicia con dos movimientos positivos pero termina mal y supone una desesperante y cínica derrota anímica. El célebre director Furtwängler dijo de la Sexta que era la primera obra nihilista de la Historia de la Música por sus ideas de carácter negativo y la imposibilidad de llevarnos hacia un final feliz.
El primer movimiento Allegro energico ma non troppo es muy interesante desde el punto de vista musical. Comienza con un enérgico tema en La menor a modo de marcha que contrasta con otro melódico en Fa mayor que representa a su mujer Alma y que se muestra lleno de optimismo y vitalidad, representando quizás uno de los elementos más animosos de la partitura. A lo largo de la reexposición, el maestro hace una yuxtaposición de estos dos temas de modo que sus impulsos negativos y positivos van infiltrándo la música.
Es especialmente llamativo en este movimiento el denominado motivo del destino formado por un acorde de La mayor que se transforma en La menor, reflejando el paso del optimismo al pesimismo y que reaparecerá en los restantes movimientos de la sinfonía. Tras el motivo del destino aparece una etérea coral con instrumentos de viento seguida de un fragmento pastoral.
Otro elemento que demuestra la imaginación de Mahler es la introducción del cencerro como un instrumento de orquesta, especialmente en los movimientos tranquilos de la sinfonía, lo que no tiene nada de extraño si consideramos que esta obra fue compuesta cerca del campo que rodeaba su residencia veraniega de Maiernigg.
El primer movimiento que comienza en La menor, termina en La mayor, lo que enlaza perfectamente con el carácter optimista del segundo movimiento, un idílico Andante en Mi bemol mayor donde Mahler se muestra como un hombre feliz rodeado de su familia y que analizaremos en el siguiente pos
La afirmación de José Luis Pérez de Arteaga de que el número tres parece dominar las distintas partes de la Sinfonía Trágica de Mahler, se cumple especialmente en el movimiento Andante moderato. Además de que la armadura contiene los tres bemoles de la clave Mi bemol, el movimiento esta constituido por tres secciones que se suceden hasta tres veces.
El Andante moderato que propone Mahler contiene un tema tan bello como inquietante. Schoenberg sintió especial predilección por esta idea musical y esto lo llevó a analizarlo en distintas ocasiones.
Mahler es el primer gran sinfonista que entiende la sinfonía como una novela, según palabras de Adorno. El compositor bohemio entendía este género musical como la construcción de un mundo empleando todos los recursos técnicos disponibles en su imaginación.
Las sinfonías de Mahler están cargadas de elementos biográficos que solo pueden entenderse con un análisis de los pentagramas en profundidad, ya que, los interrogantes que plantean sólo se pueden contestar si asimilamos los anhelos que la vida negó al compositor.
La sinfonía del “No” o Trágica concluye con un extenso movimiento Finale: Allegro moderato – Allegro energico donde los presentimientos trágicos anticipan que la felicidad no va a ser posible y que los golpes del destino nos llevarán a la desolación.
Gustav Mahler, como decíamos en los post previos, pasa en esta época por tres momentos muy difíciles como son el fallecimiento de su hija, la expulsión de la Ópera de Viena y el diagnóstico de la cardiopatía. Esos tres golpes de la vida, fueron inicialmente reflejados en la partitura con tres golpes de un martillo de grandes dimensiones aplicado con fuerza sobre una enorme plataforma de madera. Posteriormente, el maestro suprimió el tercer martillazo, quizás en un intento de alejarnos del concepto de la muerte como un fin y mostrárnosla como una transición a un lugar más elevado.
La música del Finale de la Sexta Sinfonía contiene ideas y sonidos que ya hemos escuchado en los tres movimientos precedentes, pero los temas musicales no llegan a adquirir el suficiente protagonismo y las esperanzas se vienen abajo con el primer golpe de martillo. Tras una breve pincelada optimista, llega el segundo golpe seco y violento a modo de hachazo, tras el cual la música nos lleva al lúgubre final.
El mensaje de Mahler es tremendo. La Sexta finaliza sin esperanza y tanto los músicos como el auditorio quedan desangelados. Sin embargo, la obra es tan impresionante y bella que nos sigue cautivando a pesar del paso del tiempo. Un tiempo que ha puesto a Mahler en un lugar relevante en la historia de la música
Artículo de Carlos Escobar en su sección de la verdad. «Música Inesperada» Denominado La paleta de Gustav