El templo no estaba consagrado a ninguna divinidad, pero se veneraban con especial fervor las imágenes de Ntra. Sra. del Carmen, patrona de los marineros y la de Santa Bárbara, que lo era a su vez de los mineros (trabajadores), fundadores (propietarios) y arquitectos- Era además, protectora contra el rayo y las tormentas así como de las muertes repentinas o por accidente.