Quisiera ser viento,
correr por los montes y llanos
de esta tierra amada,
portar el mensaje de luz
de una nueva alborada,
ser una bandera
de paz enclavada
en el mundo nuevo
de la idealidad.
¡Tierra! ¡Qué bonita es mi tierra!
Deja que te cante,
soy tu humilde adorador.
Quiero, ¡oh, mi tierra querida!,
ser un mensajero
de tu amor.
Amo el verdor de tus valles,
ríos y montañas,
y tu inquieto litoral.
¡Tierra! ¡Qué bonita es mi tierra!
¡Cuántas galas te hacen inmortal!
JM. La encontré. (Pucha que rico)