Ni la crisis ha podido impedirlo. El MAXXI, acrónimo de Museo de Arte y Arquitectura del siglo XXI, uno de los mayores proyectos del Ministerio de Cultura italiano, está casi listo. En menos de dos meses, Zaha Hadid entregará el gigantesco edificio (21.000 metros cuadrados) tras seis años de obras y 150 millones de euros. La inauguración, prevista para principios de 2010, cierra así un arduo proceso y paliará años de vacío institucional en el ámbito de las artes contemporáneas. Ha sobrevivido a cuatro ministros de Cultura de distinta orientación política y ha tardado 10 años desde que el Ministerio de Defensa cediera una zona de cuarteles.
Zaha Hadid, ganadora de un concurso en el cual participaron 273 arquitectos -entre otros, Toyo Ito, Rem Koolhaas y Jean Nouvel-, ha conservado el desarrollo horizontal de los cuarteles, uno de los cuales ha sido integrado en el conjunto, para preservar la memoria histórica del lugar. La firma de la arquitecta anglo-iraquí se reconoce en las formas sinuosas y los inmensos espacios fluidos y flexibles, mediante un sistema de paneles móviles que permite adaptarse a las exigencias expositivas.