Como me gustaría, que lo que siento, fuera un virus contagioso, sin vacuna posible y que afectara a todos los que se encuentran a mi alrededor, y a la vez cada uno extendiera esta sensación en su entorno hasta convertirse en una pandemia de proporciones universales.
Lo que era una necesidad de vivir como si fuera el último día, se está convirtiendo en un objetivo cumplido cuando me voy a dormir.
Cada noche pienso "Hoy no me importaría morirme", pues he exprimido cada minuto y he sido feliz completamente. Así mañana por la noche sé que tendré el mismo pensamiento, y pasado y todos los días que vengan. Ojalá fuera contagioso lo que siento
Bonito sentimiento, ojala,,,un beso.
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